Almanaque Azul mapea la “conectividad de la naturaleza” en Panamá.

Almanaque Azul mapea la “conectividad de la naturaleza” en Panamá.

Almanaque Azul nació en 2005 con la publicación de una guía de playas de Panamá en internet. La idea era conocer mejor este país como una manera de proteger su belleza y la diversidad del país, de ahí nació el lema “La playa es tuya”. Fue el comienzo de una narrativa alternativa de lo que es Panamá, más allá del Canal y los edificios de la ciudad capital, con la introducción de la diversidad biológica y cultural del país.

Hoy, Almanaque Azul diseña e impulsa estrategias de educación e investigación para promover la diversidad natural y cultural de Panamá, y fomentar la convivencia saludable con la naturaleza y la sostenibilidad de las comunidades y ecosistemas panameños en un ánimo de construcción abierta del conocimiento.

Luego de la experiencia de la guía de playas, comenzaron a organizar expediciones cada verano, con voluntarios que capacitaron para explorar playas, conocer a la gente y escuchar sus historias, tomar fotos y recoger datos. Esto los animó a ir tierra adentro y recorrer todo Panamá, sus pueblos, montañas y ríos. Los resultados no tardaron en llegar: con la colaboración de más de 100 voluntarios publicaron la primera edición de la guía de viajes Almanaque Azul en el 2012 y la segunda edición en el 2017.

Esto no hizo más que abrir el apetito por explorar otras maneras de apoyar a las comunidades y la protección de la naturaleza. A la fecha realizaron proyectos de turismo, mapeo participativo y trabajo en comunidades, sus territorios y sus bosques. Siempre con el enfoque de trabajar con la gente y su cultura, las plantas útiles, la defensa del agua y los territorios y la conectividad ecológica. 

Han trabajado en todo Panamá, desde Bocas del Toro hasta Las Perlas y Darién, con énfasis en los jóvenes y las mujeres, los pueblos indígenas, campesinos y comunidades afro.

Actualmente están finalizando un mapa de corredores ecológicos de Panamá. Según afirman en su web: “La naturaleza necesita que los animales y las plantas se puedan mover en el territorio, para poder cambiar de lugar de vida y reproducirse. Con este nuevo mapa podemos saber cuáles son los puntos clave del país donde es más importante seguir cuidando el bosque para garantizar que este movimiento pueda ocurrir, pero también dónde hace falta crear maneras de que se puedan conectar partes que se han desconectado por motivo de la deforestación.”

Los corredores ecológicos, conocidos en lenguaje científico como conectividad ecológica, indican el grado en el que el paisaje facilita o impide el movimiento de organismos de un lugar a otro, ya sea para conectar con otros paisajes, esparcir su rango de distribución y adaptación o para generar flujos genéticos más dinámicos y saludables. 

La conectividad es parte esencial de la naturaleza. Es necesaria para la funcionalidad de los ecosistemas, es clave para la supervivencia de los animales y plantas silvestres y crucial para asegurar la diversidad genética y la adaptabilidad al cambio climático a través de todos los biomas y escalas espaciales.

El mapa de corredores ecológicos de Panamá es una herramienta para poder identificar cuáles son las áreas y rutas clave para la conectividad en el territorio para luego enfocar esfuerzos de conservación y activismo para proteger los corredores existentes y restaurar las conexiones que se han perdido. 

El equipo de Almanaque Azul está conformado por Miriam Pons, Michelle Szejner y Mir Rodríguez, que nos comparten su visión de cómo el trabajo que llevan adelante puede impactar en un turismo sostenible:

La fundación encontró en la elaboración de guías y mapas un camino para compartir información que aporte a la conservación del medio ambiente y las culturas originarias. ¿Cuál es la interacción de la industria del turismo en este camino? ¿Es una relación saludable, productiva y de sostenibilidad? 

Ha habido un crecimiento en ese tipo de turismo pero la mayoría de la industria en Panamá se ha mantenido fuera de ese camino. Aún queda mucho trabajo por hacer tanto por parte de la Autoridad de Turismo de Panamá, como por parte de los emprendimientos, comunidades, tour operadores, etc.

¿Qué impacto deja el trabajo de Almanaque Azul en los viajeros que viven las experiencias de este turismo?  

La guía de viajes de Almanaque Azul sigue siendo la única guía completa de este tipo de turismo y es una herramienta muy querida por las personas que buscan viajar de esta manera, buscando otro tipo de viaje y experiencias.

Hemos tenido gran influencia en que más personas busquen este tipo de turismo. A la vez sentimos que hay un despertar en algunas comunidades por contar con facilidades para recibir turistas.

¿Qué falta para avanzar en un turismo 100% sostenible? 

Que las comunidades tengan control del turismo y que el estado entienda, y propicie o al menos que no entorpezca el camino, hacia un Panamá con vocación turística (sostenible y ecológica), tal como lo ha dicho la población estas últimas semanas en el movimiento en contra de la minería metálica, por ejemplo. (NdR: en noviembre de 2023, Panama se encuentra en medio de fuertes manifestaciones de protesta ante la renegociación del contrato con la empresa Minera Panamá, la mayor mina de extracción de cobre a cielo abierto del país)

¿Qué proyectos tienen en desarrollo? 

Actualmente estamos más enfocados en proyectos de cartografía participativa en comunidades indígenas, una metodología que tiene mucho que ver con las dinámicas del territorio, otro proyecto a nivel nacional de corredores biológicos que muestra la conectividad ecológica y zonas de gran importancia para conservación y otras clave para acciones de restauración, y por último un proyecto que está por iniciar sobre fortalecimiento de organizaciones de base comunitaria en Panamá que enfocan sus esfuerzos a temas ambientales.

Comunidad Turtech: