Customer Behaviour y Su Expectativa de Recuperación en el Turismo
La crisis del COVID-19 ha demostrado que la industria del turismo y la hospitalidad (que venía gozando de las mieles del “Golden Age of Travel”, período de masificación de viajes intercontinentales / globales que comenzó con el fin de la Segunda Guerra Mundial y alcanzó su cúspide en 2019), no se había preparado en absoluto para un escenario donde el mundo efectivamente se “detuviera por completo”.
En estos últimos 70 años en la industria imperó el status-quo, se fomentó el crecimiento exponencial y como trade-off la falta de sostenibilidad; y si bien ha habido grandes avances en la digitalización de la experiencia del viajero en base a las nuevas plataformas de comercialización, el uso del big data y la Inteligencia Artificial, ninguna ha resuelto realmente la deuda en términos de customer-centricity, el connected journey y la distribución equitativa de beneficios en todos los estratos de la cadena de valor de la industria.
Ahora bien, lo que la situación actual supone para la industria es principalmente una crisis de demanda sin precedentes, en la cual el pobre manejo de situación que tuvieron los diferentes actores en la pandemia (especialmente la OMS, los gobiernos y dentro de la industria del turismo y la hospitalidad los enemigos públicos número 1 fueron las aerolíneas), el auge de la infoxicación y de los fake news, y la incertidumbre que no cesa domina la psique del potencial viajero. Como bien dice Tom O’Toole en su artículo para Phocuswire “Rebuilding demand….” La regeneración de la demanda demandará de un approach multifacético por parte de todos los actores de la industria con un claro objetivo en re imaginar la industria en los próximos 2-5 años.
Comenzamos entonces el regreso a la normalidad, pero ¿Qué debemos esperar del “nuevo viajero”? ¿Y cómo nos preparamos para generar “verdadero valor” para ellos?
Por estos días abundan las diferentes teorías, ensayos, investigaciones y opiniones acerca de cómo será la vuelta a la normalidad; desde el “aquí no ha pasado nada” hasta el fin de los viajes masivos como los conocemos (hay un excelente análisis de Mario Gaviria para Skift que pueden consultar acerca de los 4 posibles escenarios post COVID)
Intentando tomar un camino intermedio entre el positivismo utópico y el pesimismo cortoplacista, una recuperación con forma de “U” es para muchos el escenario más probable.
Podemos extraer del análisis de un escenario de este estilo los siguientes puntos importantes:
Es innegable que la crisis del COVID-19 ha puesto en manifiesto muchos de los problemas que durante mucho tiempo la industria del turismo y la hospitalidad ha dejado de lado.
A continuación, algunos de los factores más importantes a considerar:
Por todo lo anterior, comenzado el lento camino hacia la recuperación es importante destacar lo siguiente: el ser humano seguirá viajando.
Somos seres fundamentalmente sociales, con anhelos de conectar, descubrir, experimentar. En definitiva, vivir.
Podemos evidenciar esto en “COVID-19 Consumer Sentiment Snapshot #10: The Trip Back” (BCG), donde casi el 70% de los encuestados dijo que lo primero que extrañaba era VIAJAR:
Pero este consumidor será, en todos los aspectos, diferente.
Este nuevo viajero, en mi opinión, se decantará por socios (ya no ven a los proveedores de viajes como meras partes transaccionales) que puedan generar un storytelling y modelo de negocios que fomente la transparencia y la responsabilidad social corporativa.
Sus demandas serán:
Estamos entonces antes el nacimiento de un nuevo viajero, un viajero comunitario que pondrá el bienestar general sobre el particular. Y dependerá de nosotros crear un nuevo turismo que “predique con el ejemplo” y vuelva a humanizar la experiencia de viajar.